domingo, 16 de noviembre de 2008

Percepciones y Estereotipos sobre la Adolescencia

James Anthony, en su texto del 2001 sobre las reacciones de los adultos ante los adolescentes y su comportamiento, identificó seis estereotipos comunes que se tienen de los adolescentes:
  • Objeto peligroso o en peligro. Se ve al adolescente como un niño débil, desvalido, dependiente o como un verdugo potencial, amenazador y atemorizante. La reacción adulta, si se le ve como un ser en peligro, suele ser entonces de protección e inquietud por la seguridad del joven. Si por el contrario se le percibe como un ser peligroso, la reacción puede ser hostíl y/o ambigüa.
  • Objeto sexual. Los acontecimientos propios de la pubertad se pueden compartir en algunas familias como cualquier otro hecho mientras que en otras se prefiere no hablar del tema. Algunos padres ven este hecho como la consumación de su propio desarrollo psicosexual, otros sienten una lasciva curiosidad por la sexualidad de sus hijos y se burlan de su incompetencia. Un tercer grupo de padres reacciona con desolación y desagrado ante alguna manifestación de emociones eróticas.
  • Individuo Inadaptado, del cual se espera un estado de desequilibrio, de fluctuaciones emocionales, y se prevé la turbulencia y la tensión de la edad. Un padre inestable reacciona a estas creencias y a las presiones del adolescente regresando el mismo a ser un ser desvalido y recibiendo una actitud de protección por parte del adolescente. Es decir, se produce una "inversión de las generaciones". Ahora, esta reacción no es del todo negativa, ya que le permite al padre identificarse con el adolescente, lo sensibiliza para de este modo afrontar mejor los problemas habituales de su hijo(a).
  • Objeto de Envidia, debido a l obvio ascenso del adolescente y de la declinación de aquellos que lo cuidan. Se envidia el vigor juvenil, la libertad, la frescura, la despreocupación del adolescente. Esta envidia se manifiesta a través de un menosprecio burlón ante la inexperiencia mundana, la torpeza o simplicidad del joven. Otras actitudes pueden ser actitudes sádicas disimuladas en rituales de iniciación. Así mismo, está el padre narcisista que se muestra en costante competencia con su hijo adolescente lo cual provoca trastornos familiares ya que no concibe que el hijo(a) pueda superarlo. también se manifiestan actitudes de reproche, celos, resentimiento, la dramatización del martirologio, siendo este último el más difícil de soportar para el adolescente.
  • Objeto perdido. A causa de la depresión que se produce durante el inicio de la adolescencia, y es cuando el joven retira su afecto a los objetos infantiles. Se produce también una sensación de pérdida entre padres e hijos. Los padres empiezan a sentir un vacio en el hogar y es entonces que tratan de hacer todo lo posible para impedir el alejamiento de sus hijos adolescentes, sin darse cuenta que es algo que no se debiera evitar. En realidad, el adulto debe colaborar con el joven adolescente en el proceso de separación e individualización.
  • Como objeto de investigación. Los terapeutas han estado atravesando una crisis en cuanto al cómo tratar al adolescente, cuando tratarlos y quien debiera hacerse cargo. Del mismo modo, los investigadores se han mostrado inseguros del modo de enfocar al adolescente. Ahora bien, el tema de "la formación de la identidad" dió impulso a nuevas investigaciones. Sin embargo, se ha comprobado que las técnicas de investigación aplicadas a otras etapas del desarrollo humano no proporcionan datos significativos al ser aplicadas a adolescentes.

3 comentarios:

Claudia Sosa M dijo...

Ciertamente la adolescencia presenta cambios que los que se encuantran fuera de ella no son capaces de distinguir con claridad sino que más bien se tiende a caer es los estereotipos citados anteriormente. Sería muy interesante que esta información pueda llegar a padres y maestros. Si yo no conociera esta información, seguiría mirando a los adolescentes con los mismos ojos, de forma subjetiva y sin saber como acercarme a ellos exactamente, pero gracias a que la conozco se hace todo mucho más sencillo.
Gracias por el dato
Claudia

Jonoel dijo...

De nada Claudia.
Es necesario que entendamos que muchas veces nuestras concepciones sobre los adolescentes son solo estereotipos, los cuales generan conflictos en nuestras relaciones con ellos, pues tendemos a juzgarlos erroneamente. Cuando conocemos y tenemos en cuenta esta información empezamos a ver a los adolescentes de una manera más realista, como personas "normales" que están viviendo una etapa más de sus vidas y que tienen muchos aspectos positivos y dejamos de juzgarlos como seres negativos, inadaptados o extranios.

NadiaMagen dijo...

De hecho los estereotipos son conocidos por todos, ahora bien el reto está en combatirlos y sobretodo eliminarlos, si se puede, del subconciente educativo. Hay que ver a la persona como persona que es, ayudarlos a crecer y jamás a retrocer por algún problema que tengan.

Atentos maestros!